Unos dos mil 400 niños han muerto en Yemen en los últimos tres años según informó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que pidió a las partes en conflicto que respeten a la población civil, tras la muerte ayer en un bombardeo de más de medio centenar de personas, 29 de ellas niños.
“Casi dos mil 400 niños han perdido la vida ya desde marzo de 2015 y unos tres mil 600 han sido heridos de gravedad o mutilados en esta guerra”, dijo en un mensaje en la red social Twitter la representante de Unicef en Yemen, Meritxell Relano.
La funcionaria de la ONU expresó su preocupación por la situación en la provincia de Saada (norte), donde el jueves un bombardeo causó 50 muertos y 77 heridos, de acuerdo con el jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional (CICR) en el Yemen, Johannes Bruwer.
“Estamos muy preocupados por la situación en Saada donde un número todavía no determinado de niños ha muerto y otros 35 por lo menos han sido heridos de gravedad”, indicó Relano.
“Pedimos a todas las partes en conflicto que, por favor, se respeten las leyes humanitarias, las leyes de la guerra y que no se produzcan más ataques a civiles a infraestructuras civiles como hospitales escuelas y puntos de agua saneamiento pero especialmente a los niños que son los más vulnerables”, agregó la representante de Unicef.
MISIL LANZADO CONTRA YAZÁN
La coalición árabe que encabeza Arabia Saudí confirmó el bombardeo del jueves que se produjo después de que el día antes un civil muriera y once resultaran heridos por un misil lanzado contra Yazán, en el suroeste de Arabia Saudí, por los rebeldes hutíes.
El portavoz de la coalición, Turki al Malki, calificó el bombardeo de “una acción militar legítima contra los elementos que planearon y llevaron a cabo el ataque contra civiles en la noche de ayer en la ciudad de Yazán”.
Este no es el primer ataque que causa un alto número de víctimas civiles en Yemen.
El pasado día 2 el bombardeo en un mercado y un hospital cercano en Al Hudeida dejó más de medio de centenar de muertos, según fuentes de los rebeldes hutíes.
El conflicto armado en el Yemen comenzó en 2014, cuando los rebeldes hutíes ocuparon Saná y otras provincias, y se recrudeció en 2015 con la intervención de la coalición militar integrada por países suníes y liderada por Arabia Saudí a favor de las fuerzas leales al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.